sábado, 2 de marzo de 2013

Células zombies

Un grupo de científicos de la Universidad de Nuevo México, en USA, lograron desarrollar células replicantes "zombies" que crecen en entornos de silicio y funcionan mejor que las células vivas. El desarrollo podría ir de la mano del descubrimiento de un equipo de científicos franceses, que a mediados del 2012 descubrieron que se pueden replicar células madre hasta 17 días después de muerto el organismo que las albergaba. Un Equipo de la Universidad de Nuevo México desarrolló células zombies, a partir de estructuras vivas. Los expertos aseguran que son mucho más resistentes, pues realizan sus funciones mejor que los organismos vivos. Han utilizado un grupo de células mamarias para cubrirlas con una suspensión de silicio. Como resultado obtuvieron células "replicantes" que funcionan mejor que sus versiones vivas. No solo eso, además son más resistentes a entornos extremos como temperaturas y presiones muy altas. De acuerdo con los investigadores, las células unen química y biología para crear formas que no solo se parecen a sus versiones pasadas, sino que también pueden trabajar mejor que ellas. Hasta el momento solo han tenido éxito con células aisladas, pero esperan que más adelantes se pueden crear, a partir de ellas, micro o macro organismos con la capacidad de explorar ambientes hostiles dentro y fuera del planeta. A mediados del 2012 un equipo de investigadores franceses demostró que es posible revivir células madre de músculos y médula ósea de cadáveres humanos que llevaban muertos hasta 17 días, trasplantarlas y lograr hacer nacer otras nuevas en perfecto estado. La vida después de la muerte, desde la ficción a la ciencia, en un solo paso. Según un artículo publicado en la revista Nature Communications, los científicos descubrieron que, lejos de morir con el deceso de la persona, estas células reducían al mínimo su actividad y, tras deshacerse de las mitocondrias (pequeños cuerpos que les permiten respirar), quedaban en estado de hibernación. De esta forma, conseguían sobrevivir en un medio tan hostil, sin oxígeno y en medio de un baño de ácido, de una forma parecida a como actúan en caso de lesión muscular: “Durmiéndose y esperando que la tormenta pase”, aseguran en el equipo. “Esa reserva de células madre podría servir para hacer trasplantes de médula ósea, utilizados en el tratamiento de leucemia y enfermedades sanguíneas, entre otras afecciones, y de las que siempre hacen falta donantes”, explicó el prof. Chrétien, que dirigió el estudio junto a su colega Shahragim Tajbakhsh en el Instituto Pasteur. Pese a estos avances, que también fueron ensayados con éxito en ratones, el experimento reveló un incremento de un tipo de especie molecular denominada “ROS” que presenta incompatibilidades con las células y el genoma, según el profesor Jean-Marc Lemaitre, consultado por el diario Le Figaro. Por eso, aún queda por saber si estas nuevas células, en perfecto estado al menos en apariencia, esconden malformaciones aún no detectadas.

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