Para tratar de explicar qué es un agujero blanco, primero debemos comprender qué es realmente un agujero negro. Imaginemos un lugar donde el espacio "cae" a una velocidad mayor que la de la luz. Sería una especie de cascada, excepto que lo que cae es realmente el espacio, no el agua. Ahora, pensemos en un salmón que trata de remontar la cascada; en un agujero negro, un fotón de luz (el salmón) "nada" contra la corriente tan rápido como puede (a la velocidad de la luz), pero debido a que es el propia cascada de espacio la que le transporta hacia el agujero negro, nada ni nadie puede escapar al agujero negro.
Sabemos que nada puede moverse más rápido que la luz. Para hilar más fino diremos que nada puede moverse a través del espacio a mayor velocidad que la luz. Según la relatividad general de Einstein el propio espacio es libre de hacer lo que le venga en gana.
En el caso de un agujero negro de Reißner-Nordstrøm el agujero blanco pasa a ser (por ahora siempre hipotéticamente) la "salida" de un agujero negro en otro "universo", es decir, otra región asintóticamente plana similar a la región de la que procede un objeto emergente por ese otro tipo de agujero. La carga eléctrica del agujero del Reissner-Nordstrøm proporciona un mecanismo físico más razonable para construir posibles agujeros blancos.
También podríamos pensar de una forma intuitiva, que todo lo que entra debe salirpor algún lado. Es decir que si en un agujero negro la entrada es negra, su salida debe ser blanca. Podríamos imaginar que la materia del agujero negro sale en otro punto del espacio-tiempo en un brillantísimo agujero blanco. Sin embargo, este sugestivo pensamiento, no tiene ningún apoyo en la física. Todo lo que entra en un agujero negro termina inexorablemente en un misterioso saco oscuro, llamado singularidad, de donde jamás sale.
Entonces, un agujero blanco es como un agujero negro, excepto que la cascada cae hacia arriba en lugar de hacia abajo. Los agujeros negros son soluciones matemáticas de la relatividad general, se trata de objetos teóricos. Hasta donde sabemos no existen agujeros blancos en la naturaleza, como tampoco existen cascadas en las que el agua fluya hacia arriba.
Todo lo que se traga un agujero negro acaba en un lugar llamado singularidad. Un punto de curvatura infinita en el que el espacio y el tiempo como los conocemos terminan. Una versión opuesta de ésto, implicaría que la materia aparecería espontáneamente a mayor velocidad que la luz desde una singularidad. Pese a que la principal teoría que explica el origen del universo, el Big Bang, es similar, el universo es plano y sin centro a diferencia de los agujeros blancos que deberían tener centros.
Los más importantes avances en esta teoría son debidos a los trabajos independientes de los matemáticos Ígor Nóvikov y Yuval Ne'eman en la década de 1960, basados en la solución de Kruskal-Schwarzschild de las ecuaciones de la relatividad general.
El agujero negro de Schwarzschild es descrito como una singularidad en la cual una geodésica puede sólo ingresar, tal tipo de agujero negro incluye dos tipos de horizonte: un horizonte "futuro" (es decir, una región de la cual no se puede salir una vez que se ha ingresado en ella, y en la cual el tiempo -con el espacio- son curvados hacia el futuro), y un horizonte "pasado", el horizonte pasado tiene por definición la de una región donde es imposible la estancia y de la cual sólo se puede salir; el horizonte futuro entonces ya correspondería a un agujero blanco.
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