Digámoslo desde el principio: las calorías del azúcar blanco y el azúcar moreno son casi las mismas. Así que, si entendéis la salud como menor aporte calórico, entonces ambos azúcares son lo mismo.
Así que vamos a analizar otros aspectos del azúcar. Por ejemplo, las cantidades de vitaminas y minerales que podemos obtener del azúcar son realmente muy bajas. Si sólo nos alimentáramos de azúcar, tendríamos un problema nutricional grave.
Con nuestra dieta habitual ya cubrimos dichas necesidades nutricionales, de modo que valorar el azúcar blanco o el moreno en base a ellos es irrelevante: lo que debe decantar nuestra decisión es el sabor.
Así que no os preocupéis la próxima vez que debáis escoger entre azúcar blanco, moreno, refinado, de grano fino, de grano grueso… Con un añadido, si lo que escogéis es azúcar moreno, fijaos bien en la etiqueta: muchas veces se comercializa azúcar moreno que, en realidad, es azúcar blanco ya refinado al que se le añade una capa de melaza para darle el color oscuro característico.
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