sábado, 25 de mayo de 2013

La molécula de los picores.

No todos los picores desaparecen si te rascas. Un 15% de las personas sufren picores a largo plazo, en ocasiones causados por enfermedades y medicamentos diversos. Científicos del Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial de Bethesda (Maryland, EE UU) han descubierto que existe una molécula que envía señales de picor a las neuronas de la médula espinal, que a su vez las transmite al cerebro. Esto podría conducir a un remedio definitivo contra los picores crónicos. A través de una serie de experimentos, los autores de la investigación detectaron que la sensación de picor o prurito solo se inicia su interviene el llamado natriurético b polipéptido (NPPB), independientemente de qué origine la picazón. Trabajando con ratones deficientes en NPPB comprobaron que al exponerlos a varias sustancias que inducen habitualmente prurito no sucedía nada: los ratones ya dejaban de rascarse. A continuación identificaron el receptor de las moléculas NPPB, la proteína NPRA, y la eliminaron de la médula espinal, comprobando que esta medida no tenía impacto en otras sensaciones sensoriales, como la temperatura, el dolor y el tacto. Por lo tanto, la conexión formaría una biocircuito que transmite específicamente la sensación de picor. "El trabajo demuestra que el picor, que antes se consideraba una forma de bajo nivel de dolor, es una sensación distinta", concluyen los autores en la revista Science. Aún queda por confirmar si el bloqueo de NPPB, que también se utiliza en el corazón, los riñones y otras partes del cuerpo, puede causar efectos secundarios no deseados.

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